La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha elaborado un nuevo informe en el que hace hincapié en la necesidad de implementar medidas preventivas de Seguridad y Salud en el Trabajo para prevenir y eliminar la violencia y acoso en el ámbito laboral. La prevención de riesgos laborales será la base para combatir estas situaciones.
En el Informe elaborado por la organización se apunta a que las estimaciones hablan de que una de cada cinco personas con empleo ha sufrido violencia y acoso durante su vida laboral. Un fenómeno que, “no se limita a un lugar de trabajo específico, sino que puede darse en los trayectos entre el domicilio y el centro de trabajo, en las comunicaciones (espacio digital), desplazamientos, eventos o actividades sociales vinculadas al trabajo”.
La violencia y el acoso laboral suponen un elevado coste para la salud y el bienestar de las plantillas, para las empresas conlleva una merma de la productividad y el menoscabo de su reputación, y para la sociedad un aumento de presión para la sanidad y los servicios sociales, además de una disminución de personas productivas. Las políticas de prevención de riesgos laborales contribuyen a una óptima gestión de estas situaciones.
La OIT ha adoptado el Convenio (número 190) y la Recomendación (número 206) sobre violencia y el acoso, que supone un hito en el compromiso internacional de reconocer el derecho de toda persona a un trabajo libre de violencia y acoso. Este compromiso se reafirmó en 2022, cuando la Conferencia Internacional del Trabajo decidió enmendar la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo (1998) para incluir «un entorno de trabajo seguro y saludable» como principio y derecho fundamental en el trabajo, lo que constituye una de las estrategias para abordar la violencia y el acoso en el mundo laboral.
Este cambio de orientación está en consonancia con la evolución del concepto de seguridad y salud en el trabajo (SST) a lo largo del último decenio, en un sentido que ha pasado a englobar el bienestar físico y mental además de los riesgos para la seguridad de los trabajadores.
En dicho Convenio (190), la OIT contempla la adopción de un mensaje inclusivo y que tenga en cuenta las consideraciones de género para prevenir y eliminar la violencia y el acoso en el mundo del trabajo.
También se especifican medidas de prevención de riesgos laborales como la necesidad de abordar los riesgos psicosociales en el trabajo (la violencia y los riesgos psicosociales se potencian entre sí): “Diversos factores individuales, sociales y organizativos pueden inducir situaciones de violencia y acoso, pero hay evidencia empírica de que existe un círculo vicioso, en tanto en cuanto los riesgos psicosociales actúan como causa coadyuvante de violencia y acoso, y viceversa. La violencia y el acoso se sitúan en la intersección de los factores individuales (subjetivos) y los factores colectivos (organización del trabajo). Habida cuenta de esta interrelación, mientras no se aborden los factores de carácter organizativo y demás causas subyacentes de la violencia y el acoso en el lugar de trabajo, este fenómeno seguirá constituyendo un reto para el mundo laboral”, apunta la OIT.
Por lo tanto, entre las estrategias a largo plazo, la seguridad y salud en el trabajo se contempla como una de las vías más directas para abordar la violencia y el acoso.
Se puede consultar el informe completo aquí.